lunes, 24 de febrero de 2014

Trabajar negociando descuentos bancarios

Parece mentira la de sectores de actividad distintos que puede manejar un banco cualquiera, aunque no lo es tanto si entramos a cualquiera de sus oficinas, donde lo mismo te venden una mantelería que un paquete de rollos de papel higiénico de doble capa eso sí, pasando por todo tipo de cachivaches electrónicos, suscripciones a las más variopintas cosas, seguros, viajes, y hasta un servicio de búsqueda de tu pareja ideal.

Que si, que lo he visto yo en un banco. Con todos estos proveedores, los bancos negocian unos descuentos para sus clientes comunes, y una comisión para ellos en concepto de gastos de gestión o comisión por ventas. Comisiones que dicho sea de paso, superan actualmente a los ingresos propios de su habitual actividad de traficar o negociar con dinero, y a sus balances me remito, concretamente al capítulo de ingresos atípicos.

De entre todos ellos destaca por su originalidad, el servicio de descuentos o de cupones conocido como disfruta y ahorra, con el que sus clientes obtienen unos importantes descuentos por la compra de bienes o servicios en los establecimientos adheridos o suscritos a dicho sistema, a cambio de una cuota fija mensual, que recibe la entidad emisora de la tarjeta o prestadora de dicho servicio, según se mire.

Por su parte, los establecimientos que hacen u otorgan el descuento, se benefician de un constante flujo de clientes que de otra forma probablemente ni siquiera se hubieran enterado de la existencia de tales comercios, con lo que resulta en la campaña de marketing más barata y efectiva que pueda hacerse, ya que los cliente llegan en tropel, y recomendados por alguien de confianza como puede ser su propia entidad bancaria. Yo desde luego que me apuntaría a un trabajo así. ir al banco

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